


Xiaomi ha dado un paso crucial en su evolución tecnológica con el lanzamiento del XRING 01, su primer procesador de fabricación propia. Este chip, desarrollado con el proceso de 3 nanómetros de segunda generación de TSMC, representa un avance significativo para la compañía china, que busca reducir su dependencia de fabricantes como Qualcomm y MediaTek. Sin embargo, aunque este movimiento parece indicar una ruptura total con sus socios tradicionales, la realidad es más compleja.
Actualmente, el 40% de los smartphones de Xiaomi siguen utilizando procesadores de Qualcomm y MediaTek. Esto se debe a que la transición hacia una producción completamente autónoma requiere tiempo, inversión y pruebas exhaustivas. La fabricación de chips propios implica un proceso de desarrollo costoso y prolongado, donde la optimización y la eficiencia juegan un papel clave. Aunque el XRING 01 ya está presente en dispositivos como el Xiaomi 15S Pro y la Xiaomi Pad 7 Ultra, la compañía aún no ha revelado cuántas unidades planea producir ni si este chip se expandirá a otros modelos.

El XRING 01 destaca por su arquitectura de 12 núcleos, con una combinación de Cortex-X925, Cortex-A725 y Cortex-A520, lo que lo posiciona como un competidor directo de los procesadores más avanzados de Qualcomm y MediaTek. Además, incorpora una GPU Immortalis-G925 MC16, diseñada para mejorar el rendimiento gráfico y la eficiencia energética. A pesar de estas especificaciones de alto nivel, los primeros benchmarks en AnTuTu han mostrado resultados inferiores a los esperados, con un rendimiento un 13% menor al anunciado por Xiaomi.
La dependencia de Xiaomi de Qualcomm y MediaTek podría mantenerse por más tiempo debido a factores externos. Las posibles restricciones de exportación de EE.UU. sobre la tecnología china podrían afectar la relación de Xiaomi con TSMC, el fabricante de su nuevo chip. Si el gobierno estadounidense decide imponer sanciones, Xiaomi podría verse obligada a buscar alternativas dentro de China, lo que complicaría aún más su transición hacia la independencia tecnológica.
En definitiva, aunque el XRING 01 representa un hito para Xiaomi, la compañía aún tiene un largo camino por recorrer antes de prescindir completamente de Qualcomm y MediaTek. La evolución de su estrategia dependerá de múltiples factores, desde la aceptación del mercado hasta las regulaciones internacionales. Por ahora, Xiaomi sigue apostando por una combinación de chips propios y de terceros, asegurando un equilibrio entre innovación y estabilidad en su producción.