Sólo en 2014 el mundo generó la increíble cifra de 41.8 toneladas de desecho electrónico. Según un informe proporcionado por la universidad de Naciones Unidas el pasado domingo.
Podemos definir a desecho electrónico o «E-Waste» como cualquier aparato con batería o cable eléctrico, que el propietario ha decido no utilizar más. La mayor parte de estos dispositivos están relacionados con la lavandería, cocina y baño. Sorprendentemente, sólo un 7 por ciento de ello lo ocupan ordenadores, telefonía e impresoras.
Sólo con la cantidad acumulada en 2014 se podría crear una fila de camiones de 23.000 km, lo que sería lo mismo a la distancia desde Nueva York a Tokio con retorno. Y lo que aún es más estremecedor, de estos 41.8 toneladas de desecho electrónico, sólo 6.5 fueron recicladas. Según David Malone (Secretario General de la ONU), estos desechos son una valiosa mina para reciclar y sin embargo los peligrosos contenidos que en ella llevan, una mina tóxica si no se tratan con cuidado. Dentro de los aparatos hay toxinas dañinas como el plomo, mercurio, cadmio y cromo, que pueden afectar al aparato respiratorio, digestivo y neurológico del ser humano, así como acabar con el ozono.
Durante las últimas décadas los políticos han iniciado un proceso de recogida y tratamiento de estos desechos electrónicos. Sin embargo, a pesar de esto la mayoría no es recogida y tratada como se debiera.
Según una investigación realizada en Marzo la causa de esta cifra de desechos electrónicos es debida a dos factores. En primer lugar el deseo de los consumidores por tener los productos más nuevos del mercado y en segundo lugar el fenómeno conocido como obsolescencia planificada. Es decir, aparatos con piezas fabricadas para que se rompan en un período de tiempo determinado, garantizando la corta vida del producto.
Ante este descubrimiento la ONU esta apoyando a las naciones para mejorar el sistema de recolección y tratamiento de desechos electrónicos. Sin embargo una ayuda por parte de los fabricantes para alargar la vida de los productos, y de los consumidores al utilizarlos no estaría nada mal ¿verdad?.