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OSIRIS-Rex camino a la Tierra con muestras de Bennu OSIRIS-Rex camino a la Tierra con muestras de Bennu
OSIRIS-REx ha estado desde 2018 en órbita del asteroide Bennu, que tiene 490 metros de diámetro y orbita el Sol entre el interior de... OSIRIS-Rex camino a la Tierra con muestras de Bennu

OSIRIS-REx ha estado desde 2018 en órbita del asteroide Bennu, que tiene 490 metros de diámetro y orbita el Sol entre el interior de la elipse de la Tierra y la órbita de Marte. Aunque se encuentra en otro plano orbital al terrestre, de ahí que no sea un peligro para el planeta.

El asteroide, de tipo Apolo por pasar relativamente cerca de la Tierra, ha dejado de tener como vecina a la sonda OSIRIS-REx. Que ha emprendido su camino de regreso a casa con lo que parece un éxito total, hasta el momento. El contenedor de la nave vuelve con muestras del cuerpo celeste, tras haber descendido hasta su superficie en una maniobra espectacular.

Según la NASA, responsable de la misión, el brazo robótico de OSIRIS-REx hizo una incisión de 48 centímetros en la superficie de Bennu, antes de que el nitrógeno hiciera su función de impulsar la nave en sentido opuesto. La cantidad de materiales, 60 gramos como mínimo, puede parecer ínfima. Pero supone una muestra con la que los científicos esperan averiguar muchos datos sobre la historia del Sistema Solar. De todas formas, el contenedor puede que albergue hasta 1 Kilogramo en su interior, algo que no sabremos hasta su regreso.

Puesto en perspectiva, otra misión de éxito, la japonesa Hayabusa2, consiguió recoger apenas 100 miligramos de material. Esto supone apenas una sesentava parte de lo que la misión de la NASA parece haber conseguido, como mínimo. Aunque también estamos a la espera de su regreso, en meses próximos, cuando se empezará a ver hasta qué punto fue una misión productiva. Se espera que la cápsula con los contenidos recogidos por la misión OSIRIS-REx llegue a la Tierra en torno a 2023. Esta se encuentra protegida para que las muestras no se vean alteradas en la reentrada a través de la atmósfera. Hasta entonces, podremos conformarnos con ver la Luna y otros cuerpos celestes desde lejos.

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