Crear el ordenador más pequeño del mundo es una tarea que no para. Desde los Minis y las Workstations, que sustituyeron a los Mainframes, hasta los ordenadores personales, los portátiles, cualquier móvil y Michigan Micro Mote o M3 el camino ha sido imparable. Lo siguiente promete ser aún más interesante, con sistemas completos, capaces de procesar datos complejos y que pueden distribuirse por el interior de un organismo humano. Este vídeo nos da una idea de ese futuro, lleno de nanotecnología y la guerra de clases llevada a los implantes artificiales.
Volvamos al tema del ordenador más pequeño del mundo. Al menos, con algunas características que le dan este título, de momento. Porque es capaz de alimentarse de forma autónoma, gracias a una célula que recoge y transforma energía luminosa. Dispone de un sistema de detección de movimientos, temperatura e imágenes sencillas. El procesador se basa en tecnología ARM Near-V Cortex-M0 con memoria integrada y tecnología de 32 bit. Este es capaz de ejecutar instrucciones complejas a una velocidad en torno a 2MHz. Vamos, no se trata de algo rápido, pero sí suficiente para ciertos programas.
En cuanto a la conectividad, el procesador integrado en el ordenador más pequeño o M3 incluye la posibilidad de usar antenas Bluetooth de baja potencia, con lo que se puede comunicar con otros dispositivos cercanos.
Parece que el futuro de IoT o Internet of Things se convierte en una realidad más que presente. Con todo tipo de objetos que pueden incorporar ordenadores e, incluso, que estos trabajen en conjunto para conseguir una potencia superior a la de un PC estándar. Ahora la pregunta es, ¿por cuántos días será este M3 el ordenador más pequeño del mundo?