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AMD gana un 22,4% del mercado de procesadores x86 AMD gana un 22,4% del mercado de procesadores x86
De ser unas elecciones en Estados Unidos, no podríamos decir que AMD gana por votos. Pero sí que su remontada es espectacular, pues ha... AMD gana un 22,4% del mercado de procesadores x86

De ser unas elecciones en Estados Unidos, no podríamos decir que AMD gana por votos. Pero sí que su remontada es espectacular, pues ha pasado de ser un competidor muy pequeño ante Intel, para convertirse en una opción para millones de usuarios de ordenadores.

Los procesadores de la marca AMD han sido una constante desde hace décadas. Con versiones más económicas que las de otros competidores y con el aguante para superar a quienes han intentado hacerse con un hueco en el terreno más popular de Intel, su tecnología compatible con las instrucciones x86. Es decir, las que mueven la mayoría de los ordenadores personales que usamos en el día a día, así como estaciones de trabajo y hasta videoconsolas de sobremesa.

Los datos con los que AMD gana terreno frente a Intel hablan por sí solos. Con una marca que se ha hecho con el liderato en rendimiento con numerosas aplicaciones. Ryzen es la marca comercial que oculta en su interior la tecnología Zen. Una revolución que ha permitido al diseñador de chips hacerse con un 22,4% del mercado de procesadores x86. Esto supone 4,1 puntos más que en el trimestre anterior y 6,3 por encima entre años. Es, nada menos, que el mayor trozo del pastel que AMD gana desde finales de 2007.

AMD GANA EN VARIOS FRENTES

En el mercado de equipos de sobremesa, que excluyen Internet of Things (IoT), el incremento ha sido de 0,9 puntos entre trimestres y 2.1 anualizado, con 12 meses seguidos de crecimiento. Para los portátiles, con nuevos lanzamientos como la serie Ryzen 5000 (que se estrena ahora en sobremesas) la parcela de AMD es del 20,02% en este último trimestre. Supone la mayor tajada desde mediados de 2011, nada menos.

Como motivos para esta situación, que resta usuarios a la competencia y AMD gana, tenemos varios factores. Uno de ellos es el retraso en la producción de nuevos productos del gigante que creó el mercado x86, Intel. Sus procesos de fabricación no han llegado a tiempo de plantar cara a los últimos diseños de AMD, mucho más agresivos y con mayores saltos de tecnología cada menos tiempo. También, el equipo de diseño de AMD volvió a la mesa de trabajo para reiniciar sus productos, prácticamente. Dirigidos por la doctora en ingeniería y CEO, Lisa Su, el salto de calidad, velocidad y consumo está en torno al 20%, frente a incrementos inferiores a un 10% que se habían convertido en habituales para generaciones anteriores. Además del soporte de terceros, con el consiguiente beneficio para quien utiliza hardware AMD.

Son muchos los puntos a favor de esta recuperación de AMD. Pero también conviene recordar que toda la gama de procesadores, desde los más asequibles hasta los que hacen funcionar los superordenadores más potentes del mundo, comparten una tecnología que permite optimizar y abaratar costes, mientras los usuarios se familiarizan con una base común en todo tipo de productos.

Aparte de las CPU AMD gana también enteros en el lado de las tarjetas gráficas. Donde han seguido un camino parecido, con un producto que escala desde los gráficos asequibles para portátiles hasta estaciones de trabajo o servidores en la nube. Con el lanzamiento reciente de la serie AMD Radeon 6000, con la que plantan cara a NVIDIA en su terreno más popular, puede que AMD consiga también alzanzar un crecimiento de doble dígito en los próximos meses. Esto dependerá de la capacidad de producción para un mercado con ganas de cambiar de generación. Los precios, mejores que los de la competencia, se mantienen del lado de AMD también en sus GPU, con lo que este factor parece de su parte.

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