El aviso ya está sobre la mesa y nos coloca ante un escenario que preocupa a cualquiera que piense renovar dispositivo. La realidad es clara: móviles suben de precio y lo hacen por un motivo que afecta a toda la industria. El coste de los componentes se dispara y la memoria RAM lidera un incremento que golpea a fabricantes de todos los segmentos. Nosotros observamos cómo esta tendencia se acelera mientras tú ves cómo el mercado cambia a gran velocidad. El impacto no se limita a modelos concretos porque afecta a gamas completas y modifica estrategias que parecían estables.
Durante el Black Friday 2025 disfrutamos de descuentos llamativos en marcas como Samsung o Xiaomi. Aun así, la advertencia para 2026 ya estaba presente porque el precio de la DRAM sube por una escasez global que altera la cadena de suministro. La DRAM es un tipo de memoria volátil que almacena datos temporales y permite ejecutar aplicaciones con fluidez. Su coste influye de forma directa en el BoM, que es el cálculo del precio total de los materiales necesarios para fabricar un móvil. Cuando este valor aumenta, el resultado final se refleja en el precio que tú pagas.
Los estudios recientes indican que el BoM puede crecer hasta un 25% en modelos económicos, un 15% en gamas medias y un 10% en terminales avanzados. Esta diferencia se debe a la cantidad de memoria instalada y a la dependencia de tecnologías más complejas. Nosotros vemos cómo los fabricantes ajustan sus planes porque necesitan mantener márgenes sin perder competitividad. Tú notarás cambios en configuraciones que parecían estándar hace poco tiempo.
Algunos informes señalan que varias marcas podrían recuperar móviles con solo 4 GB de RAM para reducir costes. También se plantea el regreso de la ranura microSD como solución para ampliar almacenamiento sin encarecer el hardware interno. Sin embargo, los análisis indican que estas medidas no bastarán para frenar la caída de envíos prevista para 2026. La estimación apunta a un descenso del 2,6% en ventas globales, con especial impacto en dispositivos por debajo de 200 dólares. Este segmento sufre más porque ya parte de márgenes muy ajustados y cualquier subida afecta a la viabilidad del producto.
Apple y Samsung mantienen una posición más sólida porque pueden absorber parte del incremento sin comprometer beneficios. Otras compañías no tienen esa capacidad y deberán elegir entre reducir especificaciones o asumir pérdidas. Nosotros observamos cómo esta situación crea un mercado más desigual mientras tú ves cómo desaparecen opciones que antes ofrecían buena relación calidad-precio.
Los analistas explican que muchos fabricantes recurrirán a cámaras menos avanzadas, pantallas con menor brillo, altavoces más simples y configuraciones de memoria reducidas. También se plantea reutilizar componentes de generaciones anteriores para abaratar producción. Esta estrategia permite mantener precios, pero reduce innovación en gamas que antes avanzaban con rapidez.
La situación no afecta solo a móviles. El sector de portátiles también estudia recortar memoria y ofrecer equipos con 8 GB como configuración base. La presión sobre la DRAM se extiende a todos los dispositivos que dependen de este componente. Nosotros seguimos la evolución del mercado mientras tú valoras si conviene esperar o comprar antes de que los precios suban más.
Algunas voces del sector creen que la situación puede estabilizarse en seis meses. Otras estimaciones indican que la escasez podría prolongarse hasta finales de 2027. La incertidumbre marca el ritmo y obliga a fabricantes a reaccionar con rapidez. El resultado es un mercado en tensión donde cada decisión afecta a millones de usuarios.
El panorama para 2026 muestra un escenario complejo. La combinación de escasez, aumento de costes y ajustes en especificaciones crea un entorno donde móviles suben de precio y tú tendrás que analizar cada compra con más detalle. Nosotros seguiremos atentos a cualquier cambio porque el impacto será notable en todos los niveles del mercado.
