


Cuando una empresa dedicada al análisis genético enfrenta una situación de quiebra, como el caso de 23andMe en Estados Unidos, surgen preguntas críticas sobre el destino de tus datos personales. En un mundo donde la información genética es más valiosa que nunca, la incertidumbre sobre su gestión despierta profundas inquietudes.
El procedimiento conocido como quiebra bajo el Capítulo 11 en Estados Unidos permite que una empresa reorganice su deuda mientras continúa operando. Este proceso suele implicar la venta de activos, lo que podría incluir tu información genética. Aunque la empresa puede prometer transparencia y cumplimiento de la legislación vigente, la realidad es que los compradores futuros determinarán el destino de tus datos. Esta situación nos recuerda lo vulnerables que somos ante los cambios corporativos en la era digital.
Las leyes actuales, como la Genetic Information Nondiscrimination Act, ofrecen cierta protección contra el uso indebido de datos genéticos, pero no abarcan todas las posibilidades de riesgo. Por ejemplo, los datos podrían ser utilizados para fines comerciales o estar expuestos a brechas de seguridad. Los expertos coinciden en que la normativa debe evolucionar para garantizar mayor protección.
Si eres usuario de servicios como 23andMe, tienes opciones para minimizar riesgos. Puedes eliminar tus datos personales y tu cuenta, o retirar tu consentimiento para investigaciones futuras. Esto dependerá de tu nivel de confianza en la empresa y en el manejo de tus datos.
La quiebra de empresas tecnológicas, especialmente aquellas que gestionan información sensible, plantea un desafío complejo. En última instancia, la seguridad de tus datos depende de la vigilancia y el compromiso de los usuarios y de una legislación robusta.
Entre las principales empresas que almacenan datos genéticos destacan 23andMe, fundada en 2006 en Estados Unidos, y MyHeritage, creada en 2003 en Israel. Ambas ofrecen servicios de análisis genético y genealogía, ayudando a los usuarios a descubrir vínculos familiares y proporcionar información sobre la salud y el origen ancestral. Otras empresas en este ámbito son AncestryDNA, también originaria de Estados Unidos, y Genomelink, con base en Japón. Cada una de estas compañías maneja grandes volúmenes de información personal, lo que subraya la importancia de garantizar la seguridad y la privacidad de tus datos.