


Neuralink ha revelado que 12 personas en todo el mundo utilizan sus implantes cerebrales. Esta cifra marca un punto de inflexión en la historia de la neurotecnología. La empresa, fundada por Elon Musk, ha acumulado más de 2.000 días de uso clínico y más de 15.000 horas de actividad registrada. Este avance no solo valida la viabilidad de sus dispositivos, sino que también abre nuevas vías para la interacción entre cerebro y máquina.
Los productos de Neuralink se conocen como interfaces cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés). Estos sistemas permiten que el cerebro se comunique directamente con dispositivos electrónicos. El funcionamiento se basa en la implantación de un chip que capta señales neuronales y las traduce en comandos digitales. Este tipo de tecnología busca mejorar la calidad de vida de personas con discapacidades motoras graves.
Uno de los casos más mediáticos es el de Noland Arbaugh. En una entrevista con Fortune Magazine, relató cómo su vida cambió tras recibir el implante. Arbaugh quedó paralizado tras un accidente en 2016. Desde entonces, ha utilizado el dispositivo para jugar videojuegos y aprender idiomas. Su testimonio ha generado interés global y ha puesto a Neuralink en el centro del debate sobre el futuro de la neurociencia aplicada.
La empresa ha realizado intervenciones quirúrgicas fuera de Estados Unidos. En agosto y septiembre, se llevaron a cabo operaciones en Canadá, dentro del marco de un ensayo clínico de cuatro años. El estudio, liderado por el University Health Network (UHN), investiga si personas con tetraplejia pueden controlar dispositivos con el pensamiento. Esta línea de investigación busca demostrar que los BCI pueden ofrecer autonomía a quienes han perdido movilidad.
Además de los ensayos en Canadá, Neuralink ha recibido autorización para iniciar estudios en Reino Unido. El proyecto GB-PRIME evaluará cómo los implantes pueden facilitar la interacción digital en personas con parálisis. Estas iniciativas reflejan una estrategia internacional que busca validar la tecnología en distintos entornos clínicos.
Elon Musk ha expresado su intención de reducir el coste de los implantes y las cirugías asociadas. En una presentación de 2020, afirmó que el objetivo es ofrecer el servicio por unos pocos miles de dólares. Desde entonces, Neuralink ha obtenido la aprobación de la FDA para iniciar ensayos en humanos, lo que representa un paso decisivo hacia la comercialización.
La cifra de 12 pacientes puede parecer modesta, pero representa un avance significativo. Cada día de uso aporta datos valiosos sobre la seguridad, eficacia y adaptabilidad de los dispositivos. La acumulación de más de 15.000 horas de actividad permite analizar patrones, ajustar algoritmos y mejorar la experiencia de usuario.
A nivel subjetivo, la empresa no ha detallado el perfil de los otros once pacientes. Tampoco ha especificado los criterios de selección ni los resultados individuales. Esta falta de transparencia genera interrogantes sobre la diversidad de casos y la replicabilidad de los resultados obtenidos por Arbaugh.
Tocando un poco el área de los rumores, Neuralink se posiciona como uno de los actores más ambiciosos en el campo de la neurotecnología. Su enfoque combina ingeniería avanzada, cirugía de precisión y visión empresarial. Aunque el camino hacia la integración masiva de BCI aún es largo, los datos compartidos hoy confirman que el proyecto avanza con firmeza.