La salud personal entra en una nueva era con la llegada de Dekoda, el dispositivo inteligente de Kohler que transforma el inodoro en un punto de control sanitario. Esta cámara para el inodoro se instala de forma discreta en la taza y comienza a trabajar sin intervención activa. Su objetivo: analizar los desechos corporales para ofrecer datos sobre hidratación, digestión y posibles señales de alerta.
Dekoda utiliza espectroscopía óptica, una técnica que analiza cómo la materia interactúa con la luz, para examinar la orina y las heces. Gracias a algoritmos de aprendizaje automático, interpreta patrones en la frecuencia, forma y color de las deposiciones. Así detecta signos de deshidratación, desequilibrios intestinales o incluso trazas de sangre, lo que podría anticipar afecciones más graves.
El sistema se activa automáticamente al sentarse. Un sensor biométrico, instalado en la pared, identifica al usuario mediante huella dactilar. Esto garantiza que los datos recogidos se asignen correctamente y se almacenen de forma segura en la aplicación Kohler Health. La información viaja cifrada de extremo a extremo, lo que refuerza la privacidad del proceso.
La cámara para el inodoro no apunta al usuario ni al entorno. Solo enfoca el contenido del agua. Kohler insiste en que el diseño prioriza la discreción y la seguridad. Aun así, la presencia de una lente en un espacio íntimo puede generar inquietud. La empresa ha sido clara: Dekoda no graba ni transmite imágenes, solo analiza datos visuales para extraer métricas sanitarias.
El dispositivo cuesta 599 dólares y, por ahora, solo está disponible en Estados Unidos e India. A este precio se suma una suscripción anual que oscila entre 70 y 156 dólares, necesaria para acceder a las funciones avanzadas de análisis y seguimiento. Este modelo de negocio puede limitar su adopción masiva, salvo que se habilite su financiación mediante seguros médicos o programas de reembolso.
La limpieza del aparato es otro punto a considerar. Aunque su diseño es compacto y resistente al agua, su ubicación implica una exposición constante a residuos. Kohler no ha detallado aún los protocolos de mantenimiento, pero se espera que incluya materiales antimicrobianos y un sistema de desmontaje sencillo.
Dekoda no es un simple gadget. Representa un cambio de paradigma: convertir el baño en un espacio de diagnóstico pasivo. La idea es aprovechar un hábito diario para obtener información valiosa sin esfuerzo. Según el CEO de Kohler Health, Kash Kapadia, el objetivo es hacer que el seguimiento de la salud sea “pasivo, preciso y profundamente personal”.
Este tipo de tecnología se alinea con una tendencia creciente: la monitorización continua del bienestar. Dispositivos como relojes inteligentes o básculas conectadas ya ofrecen métricas sobre sueño, actividad o peso. Dekoda va un paso más allá al centrarse en el sistema digestivo y urinario, áreas clave pero poco exploradas en el ámbito doméstico.
La cámara para el inodoro de Kohler abre un nuevo frente en la medicina preventiva. Si logra superar las barreras de precio, privacidad y mantenimiento, podría convertirse en una herramienta habitual en los hogares preocupados por la salud. Por ahora, se trata de una propuesta pionera que combina fontanería, óptica y análisis de datos para descifrar lo que el cuerpo dice sin palabras.
| Ficha técnica: Kohler Dekoda | |
|---|---|
| Tipo | Sensor sanitario inteligente con cámara para el inodoro |
| Funciones | Análisis de hidratación, salud intestinal, detección de sangre |
| Tecnología | Espectroscopía óptica y algoritmos de aprendizaje automático |
| Identificación | Sensor biométrico por huella dactilar |
| Conectividad | Sincronización con app Kohler Health mediante cifrado |
| Precio | 599 USD |
| Suscripción | Entre 70 y 156 USD anuales |
| Disponibilidad | Estados Unidos e India |
| Web oficial | kohlerhealth.com/dekoda |
